Durante el auge del rockabilly en los años cincuenta hubo infinidad de musicos que surgieron y que trataron de hacerse un nombre. La gran mayoría utilizando su nombre real, no fue el caso de Jerry Lott, conocido como The Phantom. El artista enmascarado grabó un solo simple en 1958 que salió recién dos años después.
Nacido en Alabama en 1938 y recién en 1956, tras ver a Elvis, se animó a volcarse a la música. La leyenda cuenta que fue con su grabación hasta una iglesia a la que iba Pat boone, un cantante patético de ese entonces que le propuso el nombre y editar el single en su discográfica Cooga Mooga.
Su estilo era salvaje, gritado, una especie de hasil Adkins sin el reconocimiento, un verdadero precursos del «psychobilly»: rock n roll vieja escuela con aura punk.
Hacia 1966, luego de una fallida carrera, sufre un accidente de autos que lo deja paralizado. Recien en 1981 logró grabar nuevamente en un estudio, sin éxito. Falleció en 1983, olvidado.
De todas formas su influencia dentro del rockabilly y punk fue valorada: sus temas aparecieron en infinidad de compilados del género, inspirando a grupos más modernos como obviamente The Cramps.
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